Llegué. Apago el auto ... y aquí me quedo.
Nadie me ve. Estoy protegida por dos paredes laterales y una trasera. Adelante también hay pared, pero el espacio es suficiente para meter el auto. No quiero ir a casa. Estoy cansada y estos minutitos son taaan míos. Es tan extraña y rica a la vez esta sensación de estar a salvo del girar del mundo.Me quiero quedar aquí, está fresco y silencioso... por fin silencioso. Quiero poder escuchar las noticias sin apuros y sin que nadie me interrumpa. Aunque sea esta vez. Pienso en cuantas veces he llegado, echado el asiento para atrás y quedado aquí. Hasta recuerdo haber dormitado unos minutos. Pienso y recuerdo cuantas veces llegué, apagué el motor y lloré por largos y largos minutos. Total, era MI espacio, mi lugar a salvo. Yo, mi auto y mi llanto. Yo, mi auto y lo que quisiera hacer, o simplemente hacer nada (la mayoría de las veces). Yo, mi auto y mi jardín secreto.
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