Páginas



lunes, 25 de noviembre de 2013

Otro como yo...

Hasta hace unos días pensé que era la única.
Era obvio que no lo era, debían existir otros/as como yo  dando vueltas por ahí y cuestionándose hasta el aire que se respira. Los  imaginaba como algo abstracto, algo que siempre creí, pero de lo que nunca tuve certeza... hasta que supe, por twitter, de este tipo.

Solo ahora que escribo sobre él averiguo su nombre: Pablo Ramdohr. Edad: desconocida, Profesión: químico algo. Más antecedentes: ni idea. Tema en común: Su mente rota. 

Resumen, el tipo se suicidó tomando ácido blablabla y dejó su twitter programado para avisar sobre su decisión.  "Un cobarde" es con seguridad lo que muchos deben haber dicho o dirán. En mi opinión un valiente a decir basta. Hay que tener cojones para tomar una decisión de ese tipo. Hoy sé que yo no podría suicidarme, soy muy cobarde para tal acto de valentía, además creo que hay cosas por las que aún vale la pena vivir... en fin, vamos a lo que nos convoca. 

El tipo este, dejó la siguiente publicación en su blog y, a medida que leía  pensé, en varios párrafos, que me sentía demasiado identificada. 

Aquí algunas de ellas y mis comentarios:

"Desde que tengo noción de mi mismo he intentado estar en calma conmigo...  y dejar que esos tormentosos pensamientos que abundan dentro de mi cráneo constantemente. Pero ya después de años uno se aburre de estar siempre peleando contra uno.  Y no quiero seguir viviendo asi."    Desde que recuerdo vivo cuestionándome mi vida, mi ser, mi existir, mi pensar, mi actuar, el  sentirme ajena al resto del mundo, el sentirme ajena a mi propia familia, extraña en mi mundo. A la edad que mis amigas jugaban con muñecas yo me cuestionaba la vida misma, por qué yo soy yo, por qué en este mundo, por qué en esta vida, por qué pasó y por qué no. 
Es involuntario, va más allá de lo que yo pueda intentar hacer,  es como si la mente tuviese vida propia y no respondiese al cuerpo ni a mis intenciones. Un poco extraña la idea ya que todo pensamiento e intención sale del cerebro, pero creo darme a entender en lo que explico.

"Pero a pesar de que tengo todo para estar tranquilo, mi cabeza rota no me lo permite. Vivo angustiado de lo que sucedió, de lo que sucederá, vivo momentos de soledad y desesperación que duelen y arrugan tanto el alma que llega un punto en donde piensas. ¿Valdrá la pena seguir peleando día a día contra mi cabeza inútil?." Tal cual...

"Hay personas que les cuesta vivir. Yo soy de esas... Y vivir así es una tortura. Y todo por mi mente rota. Y vivir esperando e intentado que quizás algún día vaya a cambiar quizás si es que…. me aburrió. Llevo así casi toda mi vida. Y no quiero seguir viviendo con este tormento." Yo aún tengo la esperanza de que pueda cambiar...

"Pero el dolor es muy muy profundo, es un dolor que no soy capaz de comprender, es como si sólo el hecho de existir doliese. Siempre ha estado ahí. Además no he logrado sobrellevar una constante sensación de falta de sentido. Una sensación de constante vacío, de constante dolor del alma, y persistente, y que por más pastillas que use, por mas psicólogos a los que vaya, esta ahí, quizás menos escondido, pero ahí esta, y sigue ahí, siempre". La "falta de sentido".... a estas alturas del blog  casi lloro. jejeje.. no broma. No lloro, pero me interpretan muchas de sus frases.  

A estas alturas creo tenerlo un poco más  manejado o quizás es solo parte de las circunstancias que vivo en este momento. Sin embargo (y como muy bien lo comenta Pablo) "siempre está ahí", dando vueltas, rondando. Es un acontecimiento u otro el que desencadena todo... y pasa... y luego otro acontecimiento... y sigue... 

La diferencia? es que yo decidí seguir adelante, a veces con el sin sentido, a veces con  la pena, a veces con el dolor, solo sigo y veo cómo la vida pasa. Tengo la esperanza de qué en algún momento será "mi momento".

Les dejo el link original: