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miércoles, 27 de julio de 2011

Las cuatro leyes de la Espiritualidad

Quién no se ha preguntado alguna vez en la vida y con seguridad, después de una tragedia o hecho penoso o complicado: "Por qué a mí?", con la arrogancia de creer que ninguna vicisitud debiera aparecer en nuestro camino.

Me hice la pregunta quizás cuántas veces e interiormente escuchaba esa vocecita (qué más tarde entendería, no era una "vocecita cualquiera") que me repetía: "esa no es la pregunta, esa no es la pregunta!"

Hace 5 años y 24 días, nació mi hija. Nació cardiópata (asunto del que nos enteramos 3 días después de haber nacido y al que ya dedicaré, con seguridad, más de un posteo) y después de pasar con ella las "mil y una" y vivir las penas más grandes de mi vida, entendí y me grabé a fuego que, definitivamente, la pregunta nunca es un "Por qué" si no un "Para qué". 

PARA QUÉ?: Cuál es el fin de que esto me haya sucedido, qué debo aprender, cuál es la lección que debo sacar, que es lo que no estoy viendo que me están intentando mostrar...
Si yo ya venía generando un cambio espiritual muchísimo rato antes de siquiera pensar en tenerla, todo lo vivido después de su nacimiento hizo que mi forma de pensar cambiara de forma radical y hoy veo las  experiencias vividas con más sabiduría. 

Es así como, esta enseñanza de la cultura India, es mi convencimiento absoluto:

Las cuatro leyes de la Espiritualidad

"La persona que llega es la persona correcta". Cada persona con la que interactúas en tu vida, sean estas buenas o malas experiencias, están ahí para entregarte una enseñanza, saber verla, es de sabios.

 "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido".  Tal cuál... no lo cuestiones más, lloraste?  reiste?  eso que sucedió era la única forma de mostrarte el camino.

 
 "En cualquier momento que comience es el momento correcto" Ni un segundo antes ni un segundo después.  Todo sucede en el momento preciso. Aunque creas burlar el tiempo, no hay forma.

  "Cuando algo termina, termina".  A veces duele, a veces alivia, pero si terminó es por que ya no hay enseñanzas que sacar de la situación. Se terminó su ciclo. Acéptalo con sabiduría. 


Conformismo, dicen algunos.  Yo lo llamo "SABIDURIA"




lunes, 25 de julio de 2011

Lo que tenemos y no vemos ( … o no queremos ver)

Estoy en crisis… pa variar… si otra vez. Ya perdí la cuenta de cuántas crisis me han afectado en estos 34 años.
Esta vez es diferente… (creo haber dicho esto antes… ja!)
La soledad que me ha perseguido desde siempre, se ha hecho una mochila casi imposible de sostener. La pena que siento es tan grande, que casi se me hace imposible sincronizar las neuronas e intentar pensar más allá de mi propia pena. Simplemente no puedo, no coordino. Quizás el mareo constante que me ha afectado la última semana sea a raíz de lo mismo, pero ni siquiera he querido detenerme a pensar en eso. La cabeza no me da, solo alcanza para darme vueltas.

Motivos para la pena hay de sobra.  Siempre los hay… o no?
Es como una segunda crisis post separación, agravada por la crisis de mi propia cabeza en relación a una relación (valga la redundancia) en la que no debo, pero quiero (si quiero) estar… (estaré cavando mi propia tumba con lo que acabo de escribir??)
Se entiende?? MMmmmmm, apenas yo entiendo lo que pienso, cómo voy a lograr dar a entender lo que siento?

Al fin y al  cabo lo único que quiero y necesito, es que me quieran y me apapachen… si es con locura, mejor. (“pensar que lo tuve  y lo perdí” dice la canción? Jajajaja  Cuántos años ya de aquello!! 10? 12?)
Alguien que sea mi apoyo, urgentemente! Alguien que me de fuerzas, que me aliente a seguir. No puedo con todo sola!! Ya no puedo!! Ya no quiero…

Necesito alguien que me haga creer que de verdad soy “la mujer ideal y maravillosa ” que más de uno dice que soy, pero que por razones obvias, ni yo soy capaz de creer. Alguien a quien de verdad le preocupe cómo estoy y no haga la pregunta  por protocolo o por tener un tema de conversación… (acaso no se dan cuenta que siempre respondo que estoy bien?? Puede alguien estar siempre bien!?)

Necesito un abrazo apretado, un mail de aliento a diario, alguien que desee que llegue a casa y pregunte con sinceridad “qué tal tu día?”  

Qué fácil, ya lo veo… estoy en crisis de cariño… tan simple como eso… Linda palabra: “Cariño”… No pido más.

“ámame cuando menos lo merezca, ya que es cuando más lo necesito”